El Estado moderno tiene su origen en los siglos XV y XVII en el noroeste de Europa y abarcó el mundo entero en la última mitad del siglo XX. Desde el punto de vista jurídico, cuando se habla de Estado los especialistas del derecho se refieren a una unidad política (reino, ciudad o nación) definida por un gobierno, un pueblo y un territorio. Por el contrario, en el plano político el Estado se presenta como algo distinto de la sociedad civil, como un conjunto de instituciones encargadas de tomar formalmente las decisiones colectivas de orden público, así como su ejecución y la vigilancia de su apego al marco jurídico vigente. Las instituciones son el conjunto de leyes fundamentales de un Estado, leyes que norman la vida de los distintos actores sociales en un momento dado. Estas instituciones no son efímeras, por el contrario, permanecen en el tiempo: surgen accidentalmente, evolucionan de manera espontánea o son producto de la acción intencionada de los individuos. Dichas instituciones están enraizadas en el orden social, es allí donde adquieren sentido y funcionan regularmente, siendo a la vez promotoras de su transformación. Esta LGAC busca establecer un espacio de discusión e intercambio académico sobre los distintos procesos de construcción estatal en México y América latina durante los siglos XVI al XX, destacando los rasgos esenciales que caracterizan al Estado monárquico-absolutista, monárquico-constitucional, republicano, democrático o autoritario. Analiza las ideas y los principios doctrinarios que le sirven de fundamento, así como los textos normativos y planes constitucionales de los actores individuales y colectivos que han influido o determinado su conformación. Finalmente, pone el énfasis en el tipo de instituciones político-jurídicas reconocidas por la ley, sin descuidar aquellas reglas informales o normas no formalizadas en las leyes, que generalmente son aceptadas conforme a los valores, hábitos y costumbres de los pueblos.